Biblioteca Instituto Técnico Superior Comunitario

Los años antes del exilio / Los años iniciales páginas, 7 / El San Francisco de Macorís de Alfonso Moreno Martínez, según sus palabras, 10 / Estudiante universitario I, 13 / Estudiante universitario II, 20 / Su noviazgo con Ligia Portalatín, 31 / Una tesis osada, 32 / Abogado desempleado, 34 / Librería Hispaniola, 36 / Matrimonio Moreno-Portatín, 41 / Los Moreno-Portatín comerciantes, 42 / Alfonso comisionista, 45 / Frutilandia, 46 / La muerte del hermano Nono, 48 / La cotidianidad después de la muerte de Juan Antonio, 54 / Asilio en la Embajada de Venezuela, 55 / Alfonso en la embajada y la familia en Macorís, 60 / La estadía en la embajada, 64 / Camino al exilio, 65 / El exilio / Camino al aeropuerto, 67 / En Brasil, Venezuela, Nueva York y Puerto Rico, 68 / La reunión de Caracas, 69 / De regreso a la Patria / Fin del exilio. La llegada a santo Domingo, 73 / La política después de la guerra de abril / El PRSC se aproxima al partido reformista / La política del injerto, 89 / Alfonso Moreno Martínez, Un líder político maduro, 95 / Transición del político al ciudadano / Creación de Helados Bon, 101 / Fundación Quitaespuela, 105 / Anexos / Hitos importantes en la cronología de vida de Alfonso Moreno Martínez / Tesis agraria / Calle Alfonso Moreno Martínez, por José Abigaíl Cruz Infante.

El nombre de Alfonso Moreno Martínez me trae a la memoria diversos episodios que viví juntos a este político excepcional, compañero de partido por más de treinta años, con una prédica y ejemplo de vida elevados. Fue Alfonso Moreno un luchador por las libertades del pueblo dominicano que realizó su aportes y sacrificios sin reparar en las consecuencias. Desde joven militó en la trinchera del deber, en esa fragua de hombría, decoro y valor que fue la agrupación Juventud Democrática, de mediados de los años cuarenta. Militó decididamente, asumió los riesgos y templó su compromiso por el espacio democrático que la patría sufrida anhelaba. Ya fichado como desafecto al régimen trujillista y no pudiendo ejercer su profesió de abogado se dedicó a promover la cultura y a enseñar valores en su San Francisco de Macorís natal,. Allí convierte su modesto negocio de librería en escenario de práctica y vivencias de libertad y democracia. Alfonso llegó a formar parte, en esa sociedad nordestana, del grupo de corajudos hombres respetados por su posición frente al sistema de aprobio que domininaba entonces el país.