TY - BOOK AU - Bécquer, Gustavo Adolfo, AU - López Estrada, Fracisco, AU - Lopez García - Berdoy, María Teresa, TI - Leyendas / T2 - (Colección Austral ; SN - 842391836X U1 - 863.5 21 PY - 1998/// CY - Madrid : PB - Espasa, KW - Españoles N1 - Introducción, pag. 9 / Leyendas / Nota preliminar, pag. 31 / Leyenda castellana: La promesa (12-2-1863), pag. 34 / Leyendas de Toledo: La Rosa de Pasión (24-3-1864), pag. 51 / El beso (27-8-1863), pag. 66 / Tres fechas (20, 22 y 24-7-1862), pag. 87 / Leyendas de Soria: Los ojos verdes (15-12-1861), pag. 116 / El rayo de luna (12 y 13-2-1862), 129 / El monte de las Ánimas (7-11-1861), pag. 146 / Leyendas de Aragón: La corza blanca (27-6-1863), pag, 160 / El gnomo (12-1-1863), 189 / Leyendas de Navarra: La cueva de la mora (16-1-1863), pag. 211 / El Miserere (17-4-1862), pag. 221 / Leyendas de Cataluña: La cruz de diablo (21 y 28-10, y 11-11-1860), pag. 237 / Creed en Dios (23, 25 y 27-11-1862), pag. 263 / Leyendas de Sevilla: Maese Pérez el organista (27 y 29-12-1861), pag. 283 / La venta de los gatos (28 y 29-11-1862), pag. 307 / Leyenda de Madrid: ¡Es raro! (17-11-1861), pag. 329 / Leyendas oriental: La creación (Poema indio) N2 - Leyendas de Bécquer son un conjunto de narraciones escritas por Gustavo Adolfo Bécquer de carácter postromántico publicadas entre 1858 y 1864. Estas narraciones tienen un carácter íntimo que evocan al pasado histórico y se caracterizan por una acción verosímil con una introducción de elementos fantásticos o insólitos. Fueron publicadas en periódicos madrileños de la época como El Contemporáneo o La América. Los ojos verdes: esta leyenda publicada el 15 de diciembre de 1861, en El Contemporáneo, gira en torno a las historias sobre los espíritus femeninos demoníacos que habitaban en el Moncayo. Cuenta la historia de Fernando, un noble que, yendo de cacería, acierta a un ciervo que justo se cuela en una parte del bosque que se comentaba que estaba maldita, la Fuente de los Álamos. Él termina entrando a por el animal y en el reflejo del agua alcanzó a ver unos ojos verdes que le hicieron perder la razón. Desde ese momento, salía todos los días de caza esperando encontrase con la dueña de esos ojos. Su sirviente Iñigo, intrigado por su comportamiento, le pidió que le explique qué pasaba ER -