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Entry Personal Name
001 - CONTROL NUMBER
- control field: 18007
003 - CONTROL NUMBER IDENTIFIER
- control field: DO-SlITS
005 - DATE AND TIME OF LATEST TRANSACTION
- control field: 20190712143025.0
008 - FIXED-LENGTH DATA ELEMENTS
- fixed length control field: 190712|| aca||aabn | a|a d
040 ## - CATALOGING SOURCE
- Original cataloging agency: DO-SlITS
046 ## - SPECIAL CODED DATES
- Birth date: 194907
- Death date: 201407
100 ## - HEADING--PERSONAL NAME
- Personal name: Velzeboer, Marijke
372 ## - FIELD OF ACTIVITY
- Field of activity: Secretariado de la OPS
373 ## - ASSOCIATED GROUP
- Associated group: Organización Panamericana de la Salud (OPS)
- Associated group: Oficina de Género, Diversidad Cultural y Derechos Humanos
- Associated group: "Casa Azul"
375 ## - GENDER
- Gender: Femenino
670 ## - SOURCE DATA FOUND
- Source citation: [Velzeboer, Marijke, Autora]. La violencia contra las mujeres : responde el sector de la salud, 2003.
- Information found: Tomado de la portada del libro.
678 ## - BIOGRAPHICAL OR HISTORICAL DATA
- Biographical or historical data: La maravillosa Marijke Velzeboer nació en julio de 1949 y se deslizó lejos de nosotros en un día triste ese mismo mes en el año 2014. Como con todo lo que hizo, se despidió de nosotros con gracia y dignidad. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) lamenta profundamente esta tremenda pérdida, pero se siente inmensamente orgullosa de que, Marijke hubiera querido compartir su generosidad con nosotros durante una buena parte de la última década y media de su vida. En 1998, llegó a liderar el Programa Mujer, Salud y Desarrollo de la OPS. Bajo su égida, el programa se convirtió en la Unidad de Género y Salud; posteriormente, en la Unidad de Género, Etnia y Salud; y finalmente, antes de su salida en 2012, en la Oficina de Género, Diversidad Cultural y Derechos Humanos. Y si las palabras importan, si los conceptos evolucionan, cristalizan y se arraigan con el tiempo, Marijke ciertamente lideró un cambio en el diálogo sobre el lugar de las mujeres en la sociedad. Catalizar un cambio radical en los conocimientos, las actitudes y las creencias sobre el potencial de las mujeres y de otros grupos sociales relegados para que unas y otros puedan ejercer poder sobre su destino y contribuir positiva y significativamente a la salud, el bienestar y la prosperidad de las Américas-- y más allá de esta región-- no es empresa pequeña. Fue en gran parte debido a la posición de Marijke, que los cambios en los nombres institucionales vinieron a reflejar la cristalización de una conciencia organizacional en cuanto a las demandas de las Américas y del mundo en nombre del progreso y la justicia. Decir que Marijke trabajó dentro del Secretariado de la OPS, dentro de los Estados Miembros de la OPS, las Naciones Unidas y los sistemas Interamericanos, y dentro de los grupos de mujeres y redes defensores de la igualdad de género y etnia en un marco de derechos humanos, sería encasillarla dentro de esfera de influencia oficial muy pequeña. Ella no creyó en fronteras, ni temió sobrepasarlas. Las preocupaciones, por ejemplo, de las madres rurales, indígenas sobre el futuro de sus hijas resonaban más profundamente para ella que la apariencia de corrección política. Ella pensaba más allá, y no dentro de esquemas. Su franco desdén e impaciencia en relación con exigencias burocráticas eran legendarias. Ella era la madre verdadera de las anécdotas, deleitándose en relatar episodios de instrucciones/ amonestaciones que fueron ignoradas o reinterpretadas de manera sui generis para cumplir la misión en curso, incluyendo dentro de tales, “entradas” a reuniones o eventos sin las requeridas invitación o credenciales, solo porque sentía que en tales eventos su voz podría importar para el bien mayor. Su misión fue claramente singular y pura: asegurar el empoderamiento de las mujeres y la igualdad. Su asombrosa marca de carisma, "persona por persona, una a la vez y luego todas" (one-person-at-a-time-and-then-you-have-them-all) era infalible: VIVE LA VIDA PLENAMENTE; honra, respeta y trabaja a diario para alcanzar a plenitud los derechos de quienes miran hacia ti. Encuentra un terreno común y aplica tu sentido irónico del humor a las cohortes recalcitrantes que secretamente se interponen en el camino hacia la justicia social, con el fin de atraerlas a la razón. Su personal y sus colegas de OPS, alegremente citan un sinfín de ejemplos sobre su papel de "bruja" a través de los años. Su “caja de instrumentos” estaba bien equipada, diversificada y con “tecnología de punta” para enfrentar los más inesperados desafíos. Pero la táctica preferida de Marijke era la de "hazlo simple". Su mensaje fue condensado en "la conversación de ascensor". Incontables cientos que descendieron y ascendieron pisos durante su tiempo en la sede de la OPS fueron víctimas inconscientes de su didáctica potenciadora de “no hay tarea demasiado difícil" la cual muchas veces causó que, debido a risa colectiva y distracción, las personas olvidaran sus destinos previstos. Pero el efecto del mensaje latente permanecía, traduciéndose invariablemente en nuevos conversos y en círculos de influencia y de acción concertada. Marijke encabezó una intensa acción para generar conocimientos y elevar la barra en relación con género, etnicidad, derechos humanos y salud. Ella abrió el diálogo polémico sobre las identidades de género, creando conciencia y sensibilidad y trabajando para superar la discriminación y estigmatización. El desafío al estatus quo a menudo generó humor y, también, momentos de desacuerdo. Pero una característica inquebrantable prevaleció con Marijke: la participación de las personas. Cuando le dábamos (o no) la apertura, todos recordamos sus palabras: "Generen experiencias, documenten los resultados y cuenten bien su historia". Por ello le estamos agradecidos, ya que la veracidad de estas palabras sin adornos no puede negarse. Marijke fue la gallina madre. Fue un oso valiente protegiendo a sus cachorros. Con la misma convicción y devoción infatigables con que manejó la agenda política para mejorar las vidas de los grupos sociales más excluidos de nuestra región, también nutrió una relación inclusiva, genuina y solidaria con todos sus colaboradores y colegas, lejos y cerca. La "Casa Azul” fue un lugar mágico tan empapado en la persona de Marijke que pocos de quienes lo visitaron pudieron recordar al salir, sus tareas más mundanas pendientes para el día. Aunque existen muchos legados de alguien como Marijke, sus logros durante su tiempo en la OPS desafían una categorización simple. Su liderazgo nos dio transversalidad en la adopción institucional; su espíritu innovador nos recompensó con “mejores prácticas” en género, etnicidad, diversidad y derechos humanos; y su incesante malabarismo de la salud en la igualdad de género y de género en la agenda de salud abrió un hermoso camino con nuestros mecanismos intergubernamentales en las subregiones de las Américas. Su pasión y fiero compromiso con la igualdad y los derechos humanos se reflejan en las convicciones y las prácticas de aquellos que trabajaron con ella. Nos sentimos honrados, privilegiados y orgullosos de haber tenido tal líder. Queremos decirle a su familia y al mundo que nos enaltece continuar con su legado y emular su liderazgo dirigido a poner fin a las desigualdades e injusticias de género y de etnia. Ella no hubiera esperado menos de nosotros.
- Uniform Resource Identifier: https://www.paho.org/cor/index.php?option=com_content&view=article&id=220:marijke-velzeboer&Itemid=248